A la hora de pintar las paredes de nuestra casa se puede optar por el alisado o gotelé de toda la vida, o por acabados más complejos, que resultan muy fáciles de hacer gracias a los rodillos decorativos que podemos encontrar en cualquier tienda de bricolaje.
Difuminados y trapeados
Para conseguir este acabado, se pinta la pared con un tono base, el que queramos. Una vez hecho, se esperarán 24 horas, para dar la difuminación. Para ello se pasará un rodillo untado de pintura, pero con la peculiaridad de que tiene un tono más claro o más oscuro que el de la pared, además al rodillo le echaremos un chorro de latex. Antes de pintar en la pared, si no se tiene experiencia, lo mejor es practicar sobre otra superficie, como por ejemplo el cartón, para lograr el resultado que deseamos para nuestras paredes. Para conseguir el difuminado se usará pintura plástica.
Relieves
Existen unos rodillos, cuyo material es la goma, y tienen dibujos, en función del acabado que se quiera conseguir. Estos rodillos son fáciles de utilizar, se puede conseguir con ellos, crestas, ondas… Para logar los relieves, se utilizará pasta blanda.
Texturas
El rodillo viene con dibujos, hasta ahora han creado 11 texturas distintas. Vienen en pack, de dos, uno con las texturas y el otro es de espuma, el tradicional que sirve para pintar gotelé. El rodillo de espuma tiene su utilidad, porque será el encargado de transmitir la pintura al rodillo con el patrón, para ello se usará un soporte que nos permitirá tener los dos rodillos a la vez. . Es importante que la pared esté lisa, no sirve sobre otro tipo de texturas.