Todos en nuestra casa tenemos puertas, dan intimidad y separan unas habitaciones de otras, no son elementos que se cambien con mucha frecuencia pero cuando se compra una casa a reformar o alguna puerta está estropeada y es necesario cambiarla entonces si que debemos analizar todas las opciones existentes en el mercado de puertas.
Existen tres tipos de puertas principalmente, las abatibles, las correderas y las puertas plegables.
Las puertas abatibles: Son las que más presencia tienen en la mayoría de las casas españolas. Aunque puede ser la opción más habitual, debemos de pensar en los pros y en los contras de estas puertas. Las puertas abatibles necesitan mayor espacio, cuando abrimos, lo hacemos hacía dentro y por eso es necesario que no haya ningún objeto que impida su apertura, algo que puede resultar incómodo en cocinas y baños de pequeñas dimensiones. Lo positivo de las puertas abatibles es que son de fácil instalación por lo que no necesitaremos pagar la mano de obra si somos un poco mañosos.
Las puertas correderas son las más aconsejables en casas de pequeño tamaño, porque no necesitarán espacio para girar, algo que agradeceremos si queremos poner una estantería que ocupe toda la pared, o en el baño una bañera más amplia. El aspecto negativo de las puertas correderas es la instalación, porque es necesario integrar las guías de la puerta en la pared.
Las puertas plegables este tipo de puertas son igual de aconsejables que las puertas correderas, en aquellos pisos de tamaño pequeño. La diferencia es que las puertas plegables no necesitan hacer agujeros ni llamar a un albañil para que nos instale las guías, sino que tienen formato tríptico y se despliegan donde uno desee, completamente o parcialmente para poder pasar de una habitación a otra.