Todos en nuestras casas tenemos espejos en las habitaciones y otros elementos de cristal que hay que limpiar, porque hay dedos marcados, manchas de algún producto o gotas de agua que han salpicado al lavarnos. Muchos al limpiarlos, se habrán desesperado porque no lograban que quedarán relucientes, pero tiene solución. A continuación os voy a dar tres consejos para que vuestros espejos y piezas de cristal brillen.
Primer truco:
Necesitaremos vinagre blanco, agua, un paño limpio de lino y papel de periódico. En un recipiente mezclaremos dos partes de agua y una de vinagre blanco. Rociaremos el espejo con esta mezcla y pasaremos a frotar con papel de periódico. Para secarlo usaremos el paño de lino, se puede utilizar un paño de otra material siempre y cuando no sueltes pelusas, porque éstas se quedarán pegadas al cristal.
Segundo truco:
Para la segunda opción, preparemos cuando nos vamos a duchar no solo la toalla y el albornoz sino un paño para cuando salgamos de la ducha. Al salir de la ducha, el espejo esta empañado por lo que será el mejor momento para eliminar polvo y manchas molestas con un paño o también se puede utilizar un papel absorbente como por ejemplo el de cocina.
Tercer truco:
Este consejo, es aplicable aquellos espejos que tienen manchas que son complicadas de eliminar. Para empezar enjabonaremos el espejo, con una esponja jabonosa. Una vez hecho pasaremos a aplicar una mezcla de agua, vinagre y amoniaco a partes iguales y con una cucharada de glicerina.